Nos encanta el juego. Cualquiera que sea nuestra edad nos gusta jugar. El problema del juego es que, con el paso del tiempo, dejamos de practicarlo y, por tanto empezamos a considerarlo como algo infantil o que hacíamos hace muchos años. Pero en cualquier momento que nos encontremos con una experiencia de juego, estoy convencido que nos atrae y nos gusta. Por lo tanto debiéramos integrar el juego en la enseñanza.
