Esta Semana Santa tuve la suerte de participar en un encuentro con niños y niñas de nueve o diez años. Durante los primeros días de la semana nos reunimos, jugamos, aprendimos cosas sobre esta semana que acabamos de terminar: La Semana Santa. Me gustó este espacio de encuentro. Aunque, como es natural, empiezas con cierta reticencia, por tener que ocupar el «tiempo libre» luego, cuando terminas, vienes más satisfecho y con mayor alegría que cuando se comienza.
