Aunque publique cosas interesantes y pueda parecer que todo es maravilloso y que todo sale a pedir de boca en clase, no siempre es así. Hay muchos momentos, en los que las cosas no salen como estaban planeadas. Se retrasa lo programado, las cosas no funcionan adecuadamente ¿Qué hacer entonces?
¡Que no cunda el pánico! Esto ocurre y seguirá sucediendo porque no tratamos con máquinas. Somos personas, con gustos, ganas, deseos, estados de ánimo cambiantes. Además, si estamos en secundaria, los humores, los cambios, son mayores. ¿Qué hacer?
¿Cuántas veces salimos frustrados de una clase? ¿Cuántas veces nos vamos a la cafetería o la sala de profesores del centro a compartir nuestras penas de algo que nos ha pasado con un grupo? ¿Cuántas veces llegamos a casa cansadísimos porque no hay manera de hacer que un grupo funcione, por más ilusión que le ponemos? O ¿Cuántas veces nos sucede que preparamos una clase maravillosa y por cualquier razón los alumnos/as nos la tumban sin miramiento?
Seguro que a todo esto, cualquier docente responderá muchas, muchas veces. La solución es muy sencilla: díselo en la cara, porque ¿De qué nos sirve irnos lamentando por las esquinas de todo lo que nos sucede? No sirve de nada, especialmente porque por muy mal que ellos/as nos lo pueden hacer pasar, lamentarse no es una solución, maldecirlos, tampoco, porque no va a servir de nada, entre otras cosas, porque no se van a enterar. Estamos llegando a final de curso y se nota, el buen tiempo, la primavera, las ganas de concluir un curso complicado, hace que los chicos y chicas, estén algo más alborotados. Pero si la clase no funciona: díselo, díselo a ellos, en su cara
A comienzo de curso había muchísimo miedo. Al terminar el trimestre, la sensación es como de victoria, de un logro importante. Hemos llegado a la primera estación, sin demasiados problemas, salvo los que nos trae esta situación. Es verdad que ha habido contagios, es cierto que, cada cierto tiempo, nos llegaba información de familias que dejaban a sus hijos/as en casa por precaución, por haber tenido algún contacto y/o por contagio. Así, por tanto, esta entrada de hoy es para aplaudir a la comunidad educativa.