Es una práctica que hacía hace tiempo y que he retomado en este tercer trimestre. Me siento feliz por preguntarle a los chicos y chicas ¿qué nota quieren para el final?, porque aunque no lo parezca, son muy conscientes de su trabajo durante el curso, saben perfectamente la nota que debe aparecer en su calificación, casi tan bien, como los docentes. Es más, aciertan en un 90% de los casos y, en caso de no acertar, lo hacen porque su estimación es a la baja. Es decir, piden menos de lo que realmente tienen.
