Quedan algunos días para terminar las clases por el final del trimestre y dar paso a las vacaciones de Navidad. Es un tiempo propicio para hacer unas clases algo más lúdicas de lo normal. Podemos proponer algún juego o dinámica que sirva para repasar lo aprendido o para profundizar en este periodo que comienza.
Se acerca la Navidad, unas fechas de excesivo consumo. Por eso no está nada mal reflexionar sobre la cantidad de regalos y, por tanto, de recursos que consumimos durante esta época del año. Con esta propuesta se trata de parar y pensar en lo que es realmente importante en la vida. Los regalos, por mucho que se amontonen en estas fechas, finalmente acaban mayoritariamente en el olvido. Por eso será bueno valorar lo que es verdaderamente significativo.
Es un clásico del trabajo cooperativo. Los famosos grupos de expertos. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido una dinámica cooperativa la que he puesto en marcha, sino convertir a los grupos base en comités de expertos, para que cuenten al resto de la clase cuáles son sus puntos de vista.
La propuesta es trabajar un aspecto desde múltiples puntos de vista, tantos como grupos cooperativos existan en la clase. La idea la he puesto en marcha en primero de bachillerato donde nos toca ver la definición de persona desde distintos puntos de vista: la concepción del ser humano desde otras cosmovisiones religiosas y filosóficas.
Estamos llegando al final de la segunda unidad o situación de aprendizaje. La propuesta es realizar algún trabajo como conclusión final. Ciertamente esta propuesta no es demasiado motivadora… salvo que propongamos que el trabajo trascienda de las aulas. Cuando les propongo hacer un trabajo que salga del aula, la atención es máxima, se hace un silencio en clase tremendo: Esto les interesa.
Profe Jesús 