Terminó el curso y ahora estoy inmerso en un campus de verano. Por tanto, durante estas semanas publicaré lo que vamos haciendo en este campamento urbano. La idea de este “Campus de Verano” surge ante la necesidad de alejar a los niños y jóvenes durante un rato por las mañanas de las pantallas. Hace ya algunos años que detectaba en casa que mis hijos se levantaban e iban directamente al televisor, bien para ver la tele o para jugar a la consola. Convencido de que el verano puede aportar algo más rico a la vida de las niños, pusimos en marcha en el barrio esta actividad que acoge entre 30 y 50 niños y niñas durante julio y mitad de agosto.