Frecuentemente escuchamos que los chicos no se comportan bien en el aula. Unos son disrruptivos, otros no mantienen la atención, les cuesta concentrarse, hay quienes molestan y así se insta a los directivos a tomar las medidas para cambiar la conducta. ¡El problema está casa! dicen algunos, otros opinan que está en la sociedad que ha malcriado a los jóvenes… pero mi pregunta, desde que reconozco problemas de actitud en el aula es la misma: ¿Qué estoy dispuesto a hacer yo para que esos problemas cambien? Seguir leyendo