Es un clásico del trabajo cooperativo. Los famosos grupos de expertos. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido una dinámica cooperativa la que he puesto en marcha, sino convertir a los grupos base en comités de expertos, para que cuenten al resto de la clase cuáles son sus puntos de vista.
La propuesta es trabajar un aspecto desde múltiples puntos de vista, tantos como grupos cooperativos existan en la clase. La idea la he puesto en marcha en primero de bachillerato donde nos toca ver la definición de persona desde distintos puntos de vista: la concepción del ser humano desde otras cosmovisiones religiosas y filosóficas.

Así como podemos encontrar numerosos puntos de vista, se puede entregar a cada grupo cooperativo un aspecto concreto para que lo trabajen. Así se convierten en sabios filósofos, psicólogos, religiosos, etc… para que nos hagan una presentación sobre lo que han descubierto.
En segundo bachillerato también ha sido posible desarrollar esta dinámica puesto que estamos hablando desde bioética y cada grupo cooperativo se ha convertido en expertos/as en diferentes temas relacionados con la bioética para emitir un dictamen que nos asesore sobre el tema que tratan. Por tanto tendremos expertos en la cuestión de principio y final de la vida, en investigación con animales y personas, avances científicos, clonación… y otros tantos aspectos. De modo que, cada grupo tendrá que analizar y elaborar conclusiones para asesorar al gobierno sobre temas tan importantes sobre los que tiene que legislar.
Al convertirse en “expertos” deberán estar, al final de su exposición, al servicio de la clase, para que respondan las preguntas sobre el tema que han trabajado y explicar los motivos que les lleva a la conclusión para decir al gobierno como debe legislar en esa materia desde el punto de vista ético.