Empezó el curso y ya estamos habituados a este nuevo horario, clases, grupos… Con el comienzo de curso también nos encontramos con los primeros encuentros de equipos educativos. Una reunión fundamental para que el profesorado de cada grupo se coordine y empiece a trabajar de manera coordinada en cada nivel o grupo. Sin embargo, estas mismas reuniones han supuesto un paso atrás en todos los avances que se habían dado hasta el momento.

Cuando parecía que todo lo vivido en la situación de pandemia nos había enseñado otras formas de trabajar y de desarrollar nuestra de manera más eficiente y práctica, hay quienes se empeñan en volver atrás, volviendo a la presencialidad, cosa que sinceramente no entiendo. Me refiero especialmente a las múltiples reuniones de equipos educativos, familias y otros que, sin lugar a dudas se pueden efectuar de manera on line o telemática, pero hay empeñados en que todo sea presencial. Pero por qué deberíamos apostar por las reuniones a distancia:
En relación con las familias: Porque en ocasiones se puede posibilitar una reunión que, de otra manera es imposible. No digo que siempre sean telemáticas, sino que en algún caso, a la familia se le ayuda más cuando una familia por cuestiones laborales tiene que pedir permiso en el trabajo, para acudir a una cita con su profesor ¿no es más viable que se le dé la posibilidad de hacer videoconferencia pudiendo estar en su trabajo, en un descanso o pidiendo un permiso sencillo antes que desplazarse al centro escolar?
En relación con la ecología: A muchos se les llena la boca hablando de protección del medioambiente, la contaminación y tantas otras cosas. Pero ¿una reunión telemática no posibilita el que haya menos desplazamientos? Cuando tu sesión es la primera de la tarde, es probable que te quedes a comer por los alrededores, pero cuando hay tiempo suficiente para ir a casa, normalmente los profes optamos por salir del centro, tomar algo de aire en la ida y la vuelta. Pero, obviamente, es el doble de desplazamientos. Ese día gastamos el doble de combustible y contaminamos el doble. ¡¡¡Muy ecológico todo!!!
Otra palabrería que llena las bocas de nuestros políticos es la conciliación de la vida familiar y laboral. Con las sesiones y reuniones de trabajo, se posibilita la conciliación en casa, puesto que entre sesión y sesión, si hay un rato libre, puedo atender a las cosas del hogar. Hasta el curso pasado, ponía alguna lavadora, recogía otra, doblaba. Preparaba algo para el día siguiente. Pero estando en el centro de enseñanza, si tengo una hora o más libre entre dos sesiones, me quedo allí y cuando llego a casa tengo todo el trabajo por hacer.
No sé de quien es la brillante idea de volver a la presencialidad en todas las reuniones. Pero, por todo lo dicho anteriormente, es un verdadero paso atrás. Habíamos conseguido adaptarnos a las circunstancias que nos trajo la pandemia para aprender, para ver que hay otras formas de trabajar más de acuerdo con el momento histórico en qué nos encontramos. Sin embargo, inspectores, dirigentes y responsables políticos, se empeñan en volver al siglo pasado. No lo entiendo.