Y como quien no quiere la cosa, la próxima semana termina agosto, con lo cual volvemos a los centos de enseñanza. Comienza una nueva etapa, un nuevo curso y nada mejor que reilusionarte con el periodo que se inicia. No hay nada peor que comenzar el día primero de septiembre viendo que vuelve nuevamente la rutina, lo de siempre, lo de todos los años, comenzar otra vez… Propongo en esta entrada algunas maneras de evitar la rutina al comienzo del curso. A mi me sirven y me han mantenido activo e ilusionado durante catorce años. Así que comparto algunas ideas para la reflexión.

En el primer día, en el reencuentro con los compañeros y compañeras de trabajo, debemos de proveernos de dosis enormes de alegría. Si es necesario hagamos alguna terapia por la mañana antes de ir al centro. Plantearnos pensamientos positivos: Escribir para visualizar en ese día al levantarnos: “Este va a ser un curso maravilloso”, “Comienza una gran aventura” o cualquier otra frase que nos motive y nos ayude a estar felices y alegres. De camino al trabajo evita las noticias en el coche. Pon música que te alegre o una selección de humor en un podcast o lista motivadora que te haga estar feliz.
En el centro saluda, sonríe, pregunta ¿Cómo ha ido el verano? Escucha, comparte, sonríe mil veces más. Disfruta de este día. Tienes la suerte de tener un trabajo maravilloso… tienes la suerte de trabajar, mientras muchas personas están en las listas de empleo esperando una oportunidad como la que estás disfrutando ahora. Tienes la suerte de compartir tu sabiduría con otras personas, lo cual es increíble.
Pasados estos primeros días, mi sugerencia y propuesta siempre ha sido tener un reto para este año, respondiendo a la pregunta ¿qué voy a hacer diferente, nuevo en este curso? Es verdad que este año personalmente no me he marcado ningún reto específico aún, porque con el cambio de ley, y tener que elaborar materiales, programación y todo lo demás desde cero, me parece un reto más que aceptable. Pero en cursos pasados, siempre he tenido algún reto a desarrollar: El año pasado fue implementar la red social Tik Tok con mensajes y propuestas para el aula. Cada semana debería publicar al menos un vídeo con una reflexión que sirva para la vida de lo que hemos visto en clase. Y lo logré.
El anterior, creo fue el post pandemia. El reto estaba claro: desmontar todo lo recorrido para adaptarme a esta nueva situación. Estaba en cooperativo, con grupos, trabajando por proyectos y de repente, con toda esta historia tuve que cambiar de metodología y readaptar lo que había trabajado.
Hace tres cursos implementé el trabajo mediante proyectos, cuyos productos se publicaban en perfiles sociales. Todo un reto maravilloso que encantó y que dio unos enormes resultados.
Con anterioridad, mejoraba cada curso el trabajo en grupos cooperativos, con diferentes retos y propuestas, mientras seguía aprendiendo. Seguro que si desempolvo cursos anteriores siempre me voy a encontrar cosas nuevas y diferentes que desarrollaba cada año. Siempre tratando de mejorar y motivarme con un reto.
Otra propuesta, aunque reconozco que no a todo el mundo le gusta, consiste en olvidar todos los materiales de un curso para otro. Cuando he tenido la suerte de explicar a compañeros cómo funciona google classroom, siempre surge la pregunta ¿Cómo guardo los materiales y las clases de un año para otro? Tengo que mirarlo —respondo— casi siempre me cogen fuera de juego en esta cuestión porque normalmente borro todo y empiezo de nuevo. Son alumnos/as nuevas, es un año después, no es lo mismo ¿Cómo voy a seguir usando los mismos materiales año tras año? Eso tiene que ser aburridísimo. Si es verdad que hay recursos que reutilizo. Pero los vuelvo a mirar. Y curiosamente, no hago las mismas preguntas, no trabajo igual ese recurso este año que el anterior, porque ni los chicos/as son iguales, ni yo estoy igual, ni la situación es la misma. Empieza de cero, mira con ojos nuevos todo lo que vas a hacer en este curso ¡será maravilloso! Ciertamente, no soy ingenuo, hay momentos de evaluaciones, de mucho trabajo, con muchísimas tareas pendientes, que tomamos una clase vieja y la replicamos… pero que no sea esa la tónica general, si no la excepción.
Bueno, no quiero enrollarme mucho más, pero seguramente seguiré con este mismo tema la semana que viene. Creo que hay otras muchas cosas que compartir y reflexionar sobre nuestra tarea como docentes y de cómo mantenernos ilusionados, llenos de energía y felicidad porque no contar con esos ingredientes cuando entramos al aula, es el principio para tener un curso horroroso. Empezar aburridos, sin motivación es algo que los alumnos/as perciben inmediatamente y hacen que las cosas dejen de funcionar.