Casi estamos en el final. El último trimestre amenaza con ser muy breve. Pero no hablemos de lo rápido que pasa el curso, que ciertamente se ha ido volando, sino de otro tópico de este tiempo, los chicos/as están más alborotados, la primavera los altera y así, para algunos se hace más difícil compartir tiempo de clase con ellos/as. Así que más que nunca hemos de esforzarnos por proponer clases más dinámicas y activas.

Una falsa creencia es que cuando los/as estudiantes están más inquietos hay que tratar de proponer actividades más tranquilas o relajadas. Pero, desde mi poca experiencia, creo que es justo lo contrario, lo ideal es dar más dinamismo y actividad, por eso la propuesta para este último trimestre sería dinamizar más la clase, buscar formas de actividad con más movimiento.
Si ya están activos, intentar buscar siempre la calma es como navegar río arriba, es posible, pero nos va acostar mucho más. Sin embargo, aprovechar esa motivación e inquietud, canalizándola para hacer actividades más dinámicas puede darnos buenos resultados. Es una oportunidad de aprovechar toda esa fuente de energía y canalizarla hacia el aprendizaje. Es momento de proponer dinámicas:
Salir al patio
Vuelve a hacer mejor tiempo, al menos las temperaturas son más agradables y se pueden hacer actividades al aire libre con mayor facilidad. Si hay un espacio donde poder sentarnos juntando unos bancos o en una grada puede ser un lugar especial y divertido. Aprovechemos para que trabajen en grupos o que caminen durante un rato pensando alguna respuesta y luego puedan compartirlo con el grupo.
Actividades en grupos
Trabajo desde hace unos siete años en cooperativo. Me gusta ese modelo, están siempre en grupos, pero dentro de esa metodología se puede cambiar y adaptarlas dinámicas a lo que nos interese. Nos permite hacer grupos de expertos, movernos por el espacio, puede ser motivador y en esos movimientos se pude liberar mucha de las ganas de compartir de actividad que tienen los chicos y chicas.
Gamificar
Aparte de todo lo anterior me voy a tirar a la piscina —como siempre— y voy a probar con la gamificación. Es decir aplicar dinámicas de juego en clase. Para ello, de momento voy a usar sólo tres elementos que se irán ampliando: Puntos de equipo, recompensas y niveles. No voy a entrar demasiado en esta parte, porque en próximas entradas lo explicaré con más detalle, puesto que me gusta escribir sobre cosas que ya he realizado y no teorizar sobre lo que podría o no hacerse…
Así que ánimo y a por el último trimestre lleno de posibilidades.