Cuando la tecnología no funciona…

Hoy con mucha frecuencia preparamos nuestras clases utilizando dispositivos electrónicos. Pero como sabemos, no siempre funcionan adecuadamente. Hay momentos en los que no hay red, no funciona el proyector o el ordenador del profesor o del aula. Así, todo lo que teníamos preparado se nos va al traste. Quienes me conocen saben que utilizo mucha tecnología en el aula y en alguna ocasión me ha ocurrido desde que no funciona el proyector hasta quedarme sin energía eléctrica en el aula ¿Qué hacer entonces? Propongo algunas cosas:

Tecnología en el aula

Antes de nada me gustaría expresar que el miedo que le tenemos a la tecnología y dispositivos es proporcional a las posibilidades para que no funcione. Si vamos con mucho miedo por si se me va a caer internet, si la plataforma no funciona, si se me olvida la contraseña de la aplicación, todo eso nos va a suceder exponencialmente. NO TENGAS MIEDO. Lo has preparado bien y va a funcionar, sin duda. La semana pasada estuve en un aula para ayudar a un compañero que no le funcionaba el sistema de audio, que lo probó de mil maneras y no iba. Las dos veces que fui, lo hice funcionar sin más. No había avería, no pasaba nada. Simplemente había que conectarlo, pero con miedos e inseguridades, tocaba algo que hacía que dejara de funcionar. No hay que temer a la tecnología.

Tener tu propio equipo. Recuerdo hace años también un compañero me criticaba porque yo iba con mi tremenda mochila con mi ordenador, tablet, altavoces, cables. Todo el equipo para que nada fallara ¡la administración es la que tendría que comprarnos el equipo! —decía— yo no tengo porque gastarme el dinero en tener un buen equipo para dar clase. Bien, le dije, pero me lo gano en salud. A los pocos días me llamaba porque no le funcionaba nada en el aula: mira a ver si lo arreglas, pero el ordenador de aula estaba medio muerto, habrá que pedir que lo cambien ¿Y que hago ahora que traía una presentación y unos vídeos? Le presté mi ordenador para que saliera del paso. Si quieres estar tranquilo/a en el aula no tener que perder tiempo esperando a que arranque un viejo equipo que, no funciona bien, llévate el tuyo, ganarás en salud.

Videos, audios e imágenes descargados en tu ordenador o disco. Siempre. Es algo que aprendí pronto, cuando la conexión no iba bien. Ahora gozamos de banda ancha en los centros, podemos ver vídeos en directo, pero cuando empecé a usar mucha tecnología no era así. Por tanto, cuando disponía de buena conexión, en casa o en algún lugar del centro con capacidad, descargaba los recursos. Una costumbre que no he perdido. No siempre nos interesa un vídeo de diez minutos, sino un fragmento, por tanto descargarlo, nos posibilita usar lo que queremos y que no nos falle en el momento menos esperado.

Tener siempre un plan B. Mis clases aunque usan la tecnología, perfectamente puedo prescindir de ellas. Las presentaciones me sirven de guía, me ayudan a centrarme en lo importante, con alguna imagen y texto, pero no son imprescindibles. Si no hubiera luz, si fallara la conexión podría seguir adelante sin problemas. Evidentemente si tengo un juego para ese día enteramente digital, no serviría. Pero para una clase normal, desde luego que si.

Por último: la tecnología no importa. Lo importante eres TU. Como profe no convencen los vídeos que pones, ni las imágenes. Por muy sensible que sean. No hacen que la clase sea maravillosa, poner a un gran orador en la pantalla, sino como tu lo presentas, lo que haces con lo que el dice, el uso que le das. Eso es lo maravilloso. No podemos depositar toda nuestra clase en la tecnología, porque lo valioso, lo importante eres tu.

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Un comentario en “Cuando la tecnología no funciona…

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