Ayer me escribía una alumna para preguntarme como sería el curso que viene. Le di los pocos detalles de los que disponemos. Fecha de comienzo, que es algo más tarde de lo habitual; habrá distancia social en las aulas, con lo cual supongo que disminución de ratios, aunque oficialmente no se ha dicho. Pero a simple vista es incompatible la distancia social con el espacio que tenemos en una clase normal. Es decir, si las clases están pensadas para treinta estudiantes, normalmente sentados en parejas, lo lógico es que individualmente y con la distancia quepan sólo la mitad y un poco más. En torno a veinte, imagino.

Los horarios serán escalonados, según lo que he escuchado. Lo que dificultaría mucho la confección de horarios. Por lo que tengo entendido, no entrarán ni saldrán todos los/as estudiantes a la misma hora. Aunque supongo, y estoy suponiendo muchas cosas, que no será un problema excesivamente complejo, porque con una diferencia de pocos minutos, bien organizados, no tiene que ser muy complicado. Con intervalos de dos o tres minutos, por nivel, se solucionaría.
Sin embargo, le comenté a la alumna que me preocupa mucho más tener que cambiar la metodología. Llevo muchos años trabajando con Aprendizaje Cooperativo. Ahora implementado con metodologías activas, siempre en grupo. Cosa que el curso que viene no será posible. Sin embargo, invité a la chica a pensar tal como proponía la semana pasada, en la entrada anterior. No nos agobiemos. Disfrutemos del momento, del presente. Nos queda algo más de un mes para desconectar y tomar fuerzas porque seguramente será otro curso complicado.
¿Será presencial o a distancia? —me preguntaba la muchacha— Seguramente presencial. Salvo que la situación vuelva a empeorar. Hemos de aprender a vivir con el virus pululando a nuestro alrededor, mientras no haya una vacuna. Para ello se adoptarán todas las medidas necesarias. Aunque no me gusten, como por ejemplo, no poder trabajar en grupos. Sin embargo, buscaré alternativas, tal como ocurrió en el tercer trimestre pasado. Será nuevamente un espacio de maravilloso nuevo aprendizaje.