Desde hace años se viene hablando de la integración de las tecnologías en el aula. Algo que se ha logrado de manera dispar. A algunos/as docentes les interesa más o menos la parte tecnológica, mientras que a otros, por cuestión de edad, la tecnología les ha sobrepasado. Sin embargo, creo que esta situación, nos obliga a replantearnos muchas cosas. La vuelta a las aulas no será volver para seguir donde estábamos, sino con una reflexión profunda de todo lo vivido. ¿Comenzaremos una nueva etapa o paradigma?
Por un lado tenemos al profesorado que, pese a las reticencias a utilizar soportes digitales, hemos tenido que entrar si o sí por ese aro. Los que llevaban un camino recorrido en este campo, porque ya desarrollaban actividades en el aula con herramientas digitales, no habrán tenido muchos problemas. Sin embargo, quienes estaban alejados de este mundo imagino, lo estarán pasando realmente mal.
Por otra parte tenemos al alumnado. Pese a todo lo que se ha dicho, hay quienes siguen estando en casa “de vacaciones”, bien porque están desconectados del mundo digital (los menos) o porque sencillamente no le interesa el mundo educativo. Si ya en el aula, siempre hay algunos/as que no quieren seguir las clases por diferentes motivos, en casa el interés es infinitamente menor. Tampoco se les puede culpar porque no tiene sentido que obliguemos a usar de golpe y porrazo unas herramientas que desconocen.
Las Tecnologías en el aula deberían haber estado integradas en el aula y haber asumido este momento con naturalidad. En mi caso utilizo desde hace más de tres cursos, la tecnología como complementaria. Es decir, todo lo que vamos haciendo en clase está también en soportes digitales, de manera que en casa se puede consultar, trabajar, utilizar los mismos recursos que en clase presencial.
Es decir, desde hace varios años, contamos con una clase virtual de cada grupo. Si vemos un documento en clase, también lo tienen en esa clase virtual, si trabajamos unas preguntas, también allí las tienen. Personalmente uso Classroom, pero son válidos cualquier otro deporte del estilo moddle o para niños más pequeños como class dojo. La cuestión, creo, utilizar las herramientas digitales como algo normalizado dentro del aula.
Sin embargo, con lo que está sucediendo creo que los alumnos y profes tienen un camino importante que recorrer juntos para que situaciones como la que vivimos no sea motivos de agobio y presión ni para unos ni para otros, por tanto ha de promoverse la autonomía en la integración de las herramientas digitales, trabajar con diferentes soportes tanto el alumnado como el profesorado. Algo deberá cambiar a la vuelta a las aulas.