Los tiempos cambian, las generaciones también. El lenguaje audiovisual no es el mismo hoy que el de hace una década. Hace apenas unos años, usar el proyector o entrar en el aula con un televisor, te convertía en el mejor docente del mundo. Sin embargo hoy, con alumnos tan acostumbrados a las pantallas, este campo debe llevar algo más que la simple proyección de un fragmento de película o un corto. Trataré de explicar algunos de los desafíos que tenemos los docentes por delante hoy en día para hacer frente al mundo audiovisual hoy en día en las aulas.
El profesor/a creador de audiovisuales. Es uno de los desafíos más interesantes que nos ofrece el espacio de la imagen hoy en día. No basta ya con copiar contenidos creados por otras personas, sino que hemos de ser capaces de generar nuestro propios recursos. No es igual que pongamos un video que hemos encontrado en la red en nuestra clase que poner un video que hemos trabajado y editado nosotros. Seguramente la presentación y el trabajo no será el mismo, porque cuando buscamos un recurso y lo ponemos, sin más, no lo presentaremos con la misma pasión que si fuese algo “parido” por nosotros. Es cierto que lleva bastante tiempo editar y crear contenidos propios, pero hemos de pensar que servirán para otros cursos e incluso, para otros años. Además, creando una red para compartir esos recursos, distintos profes pueden crear contenidos útiles para la materia.
Contextualizar bien el recurso que usamos. La experiencia, especialmente con los cursos de alumnos/as más jóvenes, me dice que cualquier recurso audiovisual no les convence. En orden de preferencias, les gusta mucho cuando el profesor/a se graba y aparece estilo YouTuber. En este caso es cuando capta mayor atención, en segundo lugar les atrae un video contamos como parte de una historia. Es decir, se inicia la narración de un personaje o de una situación que se completa o complementa con el video que se muestra. Por último, cuando menos prestan atención a los audiovisuales es cuando se pone un recurso sin demasiada explicación. Por tanto, un reto más será el contextualizar y explicar bien el uso del recurso, si lo incrustamos en una historia que contamos en clase muchísimo mejor. El vídeo en sí mismo, no llama la atención, están demasiado habituados a las pantallas que ya no es un recurso llamativo.
Los/as alumnos/as generadores de recursos. Es otra opción muy interesante y válida, que los estudiantes realicen producción de audiovisuales. Serán ellos los encargados de contar a sus compañeros/as lo que han aprendido y realizarlo con un lenguaje próximo. Trabajando por proyectos, además, es posible generar este tipo de contenidos, donde el proyecto final de elaboración del grupo sea un producto audiovisual. También habrá momentos en los que los estándares de aprendizaje o los criterios se prestan a utilizar este tipo de lenguaje. Además, los alumnos/as de hoy en día son muy hábiles e intuitivos para usar aplicaciones de edición de video aunque no las conozcan en profundidad.
¿Se atreven con los nuevos modelos de uso de audiovisual en el aula?