¡Quien no termine los ejercicios se los lleva para casa! Bien, vamos a corregir la tarea… son algunas de las frases que, seguramente, muchos docentes pronuncian en sus clases. También hay quien dirá: Ahora para practicar hacemos los ejercicios de la página tal los números del…” Pero, si en lugar de mandar ejercicios, propusieras un reto, si en lugar de poner tarea se le plantea un desafío… entonces la cosa cambia… y mucho.
A veces, simplemente un cambio de denominación hace que toda lo que hacemos cambie. Aunque no es tan sólo el cambio de palabras, sino también el modo de presentar las actividades en clase, cuando simplemente, no mandamos ejercicios, todo toma un cariz diferente. El hacer y corregir ejercicios suena a hacer lo mismo repetidamente, a copiar del compañero/a para terminar antes, a tratar de memorizar para solucionar la tarea, sin mas. El reto, el desafío es mucho más: pone al estudiante en una situación de alerta, se le invita a ser capaz de resolver algo que a priori no será fácil y por eso tendrá que agudizar sus sentidos y trabajar para conseguirlo.
Muchas veces, sólo poniendo un cronómetro y a la voz de: tenemos que solucionar este problema en tantos minutos… nos cambia toda la situación. Sería, en estos casos, muy bueno, estar en grupos o en parejas para que nadie se quede atrás y evitar la competitividad. También cuando en lugar de mandar a hacer ejercicios propones un reto para que todos se impliquen: a ver si somos capaces de descubrir… y entonces, todo cambia. Mi trabajo es en cooperativo y así es muy fácil, desde esta óptica proponer retos de buscar información sobre, pedirles que encuentren… etc.
Por tanto, el desafío, el reto, la propuesta para el docente sería no mandar ejercicios, sino activar la motivación con actividades que no resulten tediosas y aburridas, sino motivadoras, inspiradoras y atractivas para los estudiantes. A veces las tareas, como un simple acto de repetición o repaso lo visto en clase, también resulta ser bastante poco interesante. Sin embargo, proponer investigar, calcular, analizar, algo en nuestro entorno puede ser muy motivador para alumnos/as. Es verdad que puede costarnos algo de trabajo cambiar el tradicional modelo de ejercicios y actividad por algo diferente, pero también es un reto y un desafío ¿te atreves?
Totalmente de acuerdo. La técnica del cronómetro, los retos o la investigación son mucho más motivadores que la realización repetitiva de ejercicios; pero soy de la opinión, que de vez en cuando también conviene hacer cosas repetitivas. Por dos razones:
1.- Porque ayuda a interiorizar lo aprendido.
2.- Porque en esta vida no siempre nos vamos a encontrar con situaciones y personas que continuamente nos motiven y hay que estar preparado para eso.
Dicho esto… Absolutamente de acuerdo con todo lo que planteas en el post de hoy. Y que sepas, qua aunque a veces discrepe en alguno de los contenidos, siempre es un placer leer tus artículos por todo lo que nos aportan. Mil gracias!
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Muchas gracias. Es cierto que en algunos casos si que es necesario repetir para afianzar lo aprendido. Gracias por leerlo
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