Seamos creativos

Estoy convencido que la creatividad es algo innato. Tendemos a componer, pintar, realizar algo nuevo. Lo repetido suele ser tedioso y aburrido. Para la creatividad tenemos que explorar mundos nuevos, atrevernos, cortar la sujeción que nos sostiene y aventurarnos caer al vacío. Este curso trato de ser creativo desarrollando algunas clases con Aprendizaje Basado en Proyectos, tal como ya he contado por aquí. Este modelo empieza a dar algunos frutos muy interesantes.

En primer lugar he de confesar que no estoy realizando al cien por cien Aprendizaje Basado en Proyectos, sino que, en función de algunas pruebas que hice el curso pasado introduje algunos cambios. El más importante es que los alumnos no eligen su proyecto, sino que hay siete espacios (proyectos) en los que se tienen que insertar. Esta novedad la introduje porque con los experimentos el curso pasado encontré que los estudiantes variaban de proyecto. Es decir, empezaban realizado un juego, pero les parecía complicado y lo abandonaban para hacer una presentación, luego seguían con un panel y así…

Sin embargo, encorsetar a los estudiantes en proyectos definidos me parecía que limitaba su creatividad. Así que existen seis espacios definidos y uno libre. Así, en este espacio sin definir los chicos/as tienen que inventar un proyecto final para exponer a la clase y difundir en las redes sociales… y ¡sorpresa! una maravillosa idea: una conversación de whatsApp surge de entre los proyectos libres. El tema estaba relacionado con diferentes religiones, así que los estudiantes decidieron inventar una conversación en la que dos personas se contaban cosas de su religión.

Por tanto, la creatividad nunca debiera ser limitada ni para los alumnos, ni para los profesores. En cuanto a los alumnos posibilitando espacios de expresión libre mediante cualquier tipo de creación artística, digital o cualquier otra. Para los profesores atreviéndose a desarrollar en clase aquello que le parece una locura, pero que puede funcionar. ¡Seamos creativos!