Un potaje de Aprendizajes cooperativo emocional y visual

Hace unos días leí un tweet que me hizo muchísima gracia. Decía algo así: «He preparado una clase de visual Thinking, aplicando inteligencias múltiples, desarrollada en competencias, con aprendizaje cooperativo, tan buena que ya no sé lo que tenía que enseñar…» El humor no debe faltar nunca, aunque sea en forma de reticencia a nuevos modelos de enseñanza. No obstante, si puedo decir que propuse en una clase combinar los tres aprendizajes que me gustó muchísimo y creo que a los alumnos también.

PROFE JESUS aprendizajes

Desde principio de este curso me ronda la idea de empezar a implementar la inteligencia emocional e el aula. Estoy plenamente convencido que, no somos «simplemente inteligentes» sino que cada uno es capaz de desarrollar determinadas habilidades sobre otras. Hay quien tiene una mayor capacidad para la música otros para la matemáticas, el lenguaje, visual, corporal o interpersonal. No obstante, creo que las emociones están presentes en todos y es un tema bastante poco desarrollado en clase. En parte, por miedos e inseguridades del docente. Porque además, estoy completamente seguro que no se puede enseñar algo que no se tiene o no se sabe. Nadie enseña lo que no sabe, no puedes dar lo que no tienes y, simplemente, tratar las emociones en etapas tan convulsas del desarrollo personal, no es fácil.

Aproximarnos a la parte de Aprendizaje Visual es relativamente sencillo. Dentro del plan de formación de centro hemos estado recibiendo lecciones sobre «Estrategias de Pensamiento Visual» (VTS) No es demasiado difícil de aplicar a partir de la proyección de imágenes y formulando buenas preguntas. Bien, pues utilizando este modelo, Proyecté una imagen en la pizarra y formulé preguntas relacionadas con rutinas de la inteligencia visual y emocional. ¿Qué veo? ¿qué sucede? ¿Qué me hace pensar eso? (VTS) ¿Qué siento? y ¿Qué expreso? (inteligencia emocional). Hasta aquí todo bien como experiencia individual más o menos buena a no ser que se combine con aprendizaje cooperativo.

Para que fuera interesante y diera lugar a la expresividad y compartir que propone el aprendizaje cooperativo, les invité a usar la técnica del 1 – 2 – 4. Es un procedimiento sencillo en el que primero se trabajan esas cuestiones (u otras) de manera individual (1) luego en parejas dentro del grupo base (2) y luego en todo el grupo (4) de ahí su nombre de 1-2-4. Con el tiempo guiado para que no se nos dilatara en exceso la sesión los chicos/as disponían de dos minutos para anotar lo que sucedía en aquella imagen y que les hace pensar eso, que sienten, y expresan. Luego un tiempo idéntico para que compararan con lo que hizo uno/a de sus compañeros/as de grupo base. Finalmente un periodo igual para el debate dentro del grupo. Además, trabajamos con todo el grupo ya que nos aporta una variedad de ideas y visiones diferentes de una misma imagen.

Por tanto, lejos de ser tomado a broma, la mezcla de aprendizajes no sólo es posible, sino que muy válida para desarrollar y trabajar aspectos como la Dignidad Humana, que es el tema que estamos trabajando «casi me olvido ;-)» y muy favorecedora de la reflexión personal y grupal sobre temas que atañen a nuestra sociedad global.

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