Comparto mi experiencia durante algo más de dos cursos desarrollando aprendizaje cooperativo en la asignatura de Religión en Secundaria en una comunicación para los compañeros en el encuentro de principio de curso
Si quieres algo distinto
Empecé a desarrollar aprendizaje cooperativo hace tres cursos, porque hay una máxima fundamental para mi, atribuida a Albert Einstein: «Si quieres resultados distintos, no sigas haciendo lo mismo», que en alguna ocasión se la he propuesto a mis compañeros y me han mirado con un bicho raro. Pero tenía claro que si no me iba bien en clase, tengo que cambiar.
El aula es un laboratorio
En mi vida como docente, siempre el aula ha sido un laboratorio. En los primeros años, es cierto que hay mucho miedo a hacer cosas distintas. Pero siempre, cuando veía que algo no funcionaba en clase, me pregunto, hablo con los chicos, busco la manera de mejorar.
Empezar probando
De esa manera llegué hace tres cursos a experimentar a mitad de curso con trabajo cooperativo con algunas grupos. Los resultados me parecieron interesantes y empecé a formarme en este terreno.
El aprendizaje cooperativo no es nuevo
El aprendizaje cooperativo no es algo nuevo. Cuando hablo con algunos compañeros en mi centro sobre este modelo de enseñanza, siempre hay quien dice: ¿ahora vienen con esto?, ¿otro cambio educativo? Y se niegan a aprender. Pero no es nuevo, ya los hermanos los famosos hermanos Johnson en 1991 citan a Quintiliano quien en el siglo primero defendía los beneficios que se obtenían cuando unos estudiantes enseñaban a otros. Idea que también proponía Comenius en el siglo XVII.
Algunos compañeros ya usan este modelo
También imagino que no es algo desconocido para nosotros y supongo que habrá mas compañeros/as que están trabajando así. Con todo, lo único que pretendo en este rato es contarles de manera sencilla y bajo mi experiencia docente:
Qué es el aprendizaje cooperativo y qué no es.
Ventajas e inconvenientes. Tiene cosas buenas y malas. y
Por qué el aprendizaje cooperativo en clase de Religión.
Ruptura con el modelo tradicional
El aprendizaje cooperativo es un tipo de funcionamiento que rompe con el modelo tradicional de enseñanza donde el profesor explica, manda ejercicios, fichas, libros, en una clase distribuida en filas o parejas frente a la pizarra.
No es un trabajo en grupos al uso
El aprendizaje cooperativo no es un trabajo en grupos para hacer un proyecto o trabajo determinado. Mis primeros errores se debieron a que empecé a desarrollar el aprendizaje cooperativo a mitad de curso. De forma esporádica. No suele funcionar cuando de buenas a primeras llegamos a clase y empezamos a hacer grupos de trabajo. Es un modelo que debemos usar de manera continuada y adaptar nuestra programación a este modelo de enseñanza.
Claves para que funcione el aprendizaje cooperativo:
1.- Creer en ello como modelo de enseñanza. Necesidad de cambiar algo
2.- Grupos bien formados.
3.- Interdependencia positiva.
4.- Autoevaluación.
5.- Tiempos muy controlados
Hay que creer en el modelo
Supone que después de pensarlo, escuchar, leer, creo que esta forma de enseñanza la puedo desarrollar en el aula. Porque se adapta a mis necesidades…
Yo no puedo aplicar en el aula algo en lo que no creo que vaya a funcionar. Si debo aplicarlo porque quiero cambiar a este modelo porque veo que el sistema tradicional no está dando buenos resultados, porque me cuesta dar clase o porque quiero que mi clase sea más dinámica y atractiva para los estudiantes.
Las TICS integradas en el aula
Pero tiene que partir del convencimiento del docente. En mi caso, no sólo desarrollo todas mis clases con aprendizaje cooperativo, sino que además, integro las Tecnologías en el aula. De manera que los estudiantes pueden llegar a clase sus móviles, tabletas, ordenadores… procurando que, en cada grupo de trabajo haya un dispositivo con conexión a internet.
El aprendizaje cooperativo funciona, por tanto, cuando creemos que nuestra clase tradicional no funciona y queremos investigar, probar con otros modelos que pueden dar mejores resultados de aprendizaje, de clima en el aula, de seguimiento de la materia. Sin creer en ello, no puede funcionar.
Grupos bien formados
No se trata de hacer grupos aleatorios. No se trata de decir: Hoy chicos vamos a hacer un trabajo en grupos, sino que el aprendizaje cooperativo requiere grupos heterogéneos, con toda la variedad que tenemos en clase.
En mi experiencia hago los grupos de cuatro personas. Nunca de más de cuatro. Menos si. Pero más de cuatro NO FUNCIONAN. El aprendizaje cooperativo es integrador.
Por eso dentro de cada grupo base de 4 personas debe ser variado. En ese grupo debe haber un estudiante de lo que llamaríamos bueno. Que aprueba todo. Motivado hacia el estudio, con ganas de aprender y trabajar, que sea capaz de dinamizar y mover el grupo. Dos personas de nivel medio. Que aprueben todo o que tengan pocos suspensos. Y finalmente una persona con dificultades hacia el aprendizaje o que no sea muy buen estudiante.
Grupos heterogéneos
Constituyendo estos grupos logramos que no se junten grupos de cuatro personas muy buenos estudiantes que logren completar todo lo que se le proponga antes que los demás o todo lo contrario que se unan un grupo de cuatro poco motivados hacia el estudio y que se dediquen a fastidiar la clase.
Estos grupos de cuatro personas se denominan grupos base. Son grupos estables para todo el curso. Por eso hay que constituirlos cuidadosamente. Aunque yo cambio los grupos en Enero que ya si quedan así para el resto del curso. ¿Por qué hago esto? En septiembre se forman los grupos con la información que ellos me dan. Ocurre que a veces no es real. Inflan sus notas o no dicen la verdad con respecto a sus capacidades, con lo que los grupos quedan mal constituidos. En enero, con los resultados de la primera evaluación sí que se pueden hacer los grupos con resultados reales.
Organización de los grupos
Ellos suelen pedir que les deje juntarse con quien quieren, pero eso haría que los grupos no funcionen. Lo que he hecho en estos últimos años es dejarles cierta libertad. Es decir. A cada estudiante le entrego un número o una letra y deben unirse en un grupo en el que no se repita ninguna. El curso pasado repartí letras.
Entonces le asigné la letra A a los estudiantes que aprobaron todo con buenas notas. O también a un estudiante que conozcas del curso pasado que, aunque no sea tan bueno académicamente, sabes que es capaz de trabajar y dinamizar su grupo.La letra B: se la asignaba a estudiantes que aprobaron todo pero con notas más bajas Suficiente o bien.La letra C: Se le asigna a estudiantes con pocos suspensos, máximo de 3 y Finalmente la letra D era para repetidores o estudiantes con más de tres suspensos.
Esta propuesta es orientativa
Esta forma de organización es orientativo y cada cual lo adapta a su realidad. Lo que hay que conseguir en los grupos base de aprendizaje cooperativo es que los grupos sean variados. Que no estén todos los buenos de la clase juntos ni todos los peores estudiantes en un grupo.
Disposición del aula
La disposición de la clase debe hacerse siempre sin perder de vista la pizarra. Aunque no es el lugar fundamental en este aula, generalmente hay que explicar o dar instrucciones al principio de la clase del trabajo que vamos a realizar, por lo que es importante que todos puedan de una forma cómoda ver la pizarra y al profesor o compañero que expone.
No se debe permitir nunca que den la espalda a la pizarra.
La forma de colocación de la clase permite que se pueda cambiar con facilidad en unos minutos, tal como veremos luego. Sólo hay que cambiar la mitad de las mesas y sillas.
Interdependencia positiva
Es la base del aprendizaje cooperativo. No se trata de ver quien obtiene mejor nota. No se quiere que unos sean mejor que otros. Este modelo propone que todo el grupo cruce junto la meta. Los cuatro. Y toda la clase. Hay que hacer mucho hincapié en esto, porque los chicos suelen ser muy competitivos. La enseñanza tradicional lo es. Por eso hay que hacerles ver que se trata de trabajar en equipo. Es probable que alguno no quiera trabajar, entonces, habremos de hacerle ver que si no trabaja, fastidia a todos sus compañeros.
Todos deben aportar algo
Hay muchísimas técnicas cooperativas, sobre las que es imposible profundizar. Utilizo mucho las técnicas de lectura compartida, números iguales, lápices al centro, Folio giratorio y el puzzle. Pero para que comprender lo que supone el Trabajo cooperativo, nos sirve cualquier técnica en la que tengan que resolver un trabajo con la participación de todos. Hay técnicas elaboradas y otras que podemos inventar nosotros con la idea fundamental de repartir el trabajo, que todos realicen una parte o desarrollen un rol para ese trabajo y que lleguen a unas conclusiones conjuntas o de grupo.
Roles dentro del grupo
Cuando se dispone de más horas es conveniente que cada persona dentro del grupo desarrolle un rol o trabajo que se van rotando: Secretario, portavoz, controlador… pero con el poco tiempo que tenemos de la asignatura, no da tiempo a que cada encargado desarrolle su trabajo.
Insisto, por tanto, las técnicas son muchas y todas las que nos podamos inventar, pero el objetivo básico que cada grupo se distribuya parte de la tarea, que todos participen, que cada cual tenga que hacer parte de su trabajo, sin lo cual el grupo no tiene buena nota en esa actividad.
Evaluación y Autoevaluación
Es otro principio básico del aprendizaje cooperativo. Cada grupo se tiene que auto-evaluar. También, cuando existen exposiciones del resto de grupos es conveniente que se evalúen su trabajo y el de sus compañeros. Especialmente para tomar conciencia si dentro de cada grupo todos han desarrollado la tarea que se les ha asignado. Ver en qué pueden mejorar y que se pongan nota entre ellos, discutiendo cada uno la nota que se merecen y llegando a acuerdos en el grupo.
Es también muy positivo que evalúen la marcha de la clase, de manera crítica, para ver que se puede mejorar.
Las notas de su evaluación suele ser, en general, muy coherente e incluso, suelen ser bastante estrictos con sus compañeros que no trabajan, con una puntuación baja. Incluso, a veces, son más duros que nosotros.
Tiempos muy controlados
La clase en aprendizaje cooperativo es muy dinámica. Se mueven por la clase, se hacen otras agrupaciones aparte del equipo base. Por eso el tiempo del que disponen para cada actividad tiene que ser muy controlado. Personalmente utilizo cronómetros de marcha atrás que están en la pizarra digital, para que los alumnos sepan en todo momento el tiempo del que disponen para completar la tarea. No tener tiempos cerrados hace que las actividades se eternicen y se pierda el dinamismo de este modelo educativo. Puede servirnos cualquier cronómetro, pero es muy recomendable que esté a la vista. Para que sepan de cuanto tiempo disponen. Los tiempos además, no tienen porque ser cerrados. Es decir, si yo preparo una actividad con primero y propongo 10 minutos para resolverla. Si una vez en el aula con el primer grupo que pruebo veo que no es posible terminar en ese tiempo se modifica.
No dividir las técnicas
Lo que sí es más que recomendable es terminar una técnica en una sola clase. Es decir, Si yo voy a utilizar la técnica del puzzle o grupo de expertos que es en la que más se tarda. Tengo que prever que se termine en una sesión. Si yo dejo una técnica cooperativa a medias, para terminarla en otra clase. Al menos en secundaria, donde tenemos una hora semanal, cuando volvemos a la semana siguiente, se ha perdido la esencia y no nos acordamos de por dónde íbamos. Por tanto en una clase, hay que cerrar una actividad. Lograr que todos hayan terminado el trabajo en la sesión de clase.
Ventajas e inconvenientes
Hay que planificar cada momento de la clase, con sus técnicas. Sus tiempos… La clase es casi como un programa de televisión, todo perfectamente medido. Luego durante el desarrollo de la sesión el docente es un dinamizador, se mueve por el aula, ayuda, resuelve dudas…
No disponer de clase propia
Cambiar la disposición de la clase en cada sesión puede ser un inconveniente. Pero, precisamente uno de los problemas que me ponía la tutoría el curso pasado era que tenían que estar moviendo mesas. Por eso les grabé este vídeo en otra clase, para demostrarles que en menos de un minuto se puede colocar la clase.
Por tanto no es tan complicado. Se puede cambiar y reponer la clase en sólo unos segundos. Es más, cuando ya se ha adquirido el habito, los estudiantes en el cambio de hora mueven las mesas y sillas para que cuando llegue poder empezar a trabajar. Si queremos, podemos cambiar la clase y repnoerla en unos segundos. Como se suele decir: Quien quiere algo, busca un camino y quien no, busca una excusa.
Evaluar
Si están en grupo, ¿les pongo a todos la misma nota? NO siempre. Aparte de que ellos se ponen nota y cuentan dentro del cuaderno de clase, Dentro del trabajo en grupo, también hay aspectos individuales para poder realizar una seguimiento personalizado. Por tanto, en un trabajo en grupo se les puede pedir que cada uno complete una parte y la firme, para poder hacer una seguimiento individual.
Evita la competitividad
El sistema actual premia a los buenos y margina a los que no son tan buenos. El aprendizaje cooperativo, integra a todos. Y, en este tiempo me he llevado tremendas sorpresas con estudiantes que en mi clase realizan adecuadamente su trabajo, sin problema y trabajan como el que más y luego en el resto de asignaturas, no hacen absolutamente nada. Se sienten integrados y motivados.
Da dinamismo a las clases
Es una clase dinámica: Cuando empecé a dar clase en secundaria, en las revisiones que hacía periódicamente, los alumnos se quejaban de una clase a veces monótona y aburrida. Querrían que fuese más dinámica. Pues, con el aprendizaje cooperativo, ha cambiado la cosa. Lo que ponían como un déficit, ahora lo ponen como lo bueno de la clase, el dinamismo, ninguna clase es igual a otra. Siempre hay dinamismo en parejas, en otros grupos, las tareas son diferentes.
Provoca el encuentro y el diálogo
Provoca el encuentro en la clase: Generalmente, en una clase, con suerte un estudiante se relaciona en clase con quien le ha tocado al lado. Y poco más. Con el aprendizaje cooperativo, se relaciona de manera continua con cuatro compañeros. Y esporádicamente, con todo el grupo, cuando se hacen las diferentes dinámicas.
Estudiantes más motivados
Más motivación, seguimiento y satisfacción: Generalmente, sales satisfecho del aula. De lo que has hecho, de lo que han trabajado. Los chicos y chicas están más motivados hacia el estudio. Son más participativos, siguen la clase con mayor interés y entusiasmo.
El aprendizaje cooperativo en la clase de religión
Termino con una visión de este modelo para nuestra enseñanza. ¿Por qué creo que es importante desarrollar este sistema en nuestra asignatura?
1.- Es integrador:
Jesús, como bien sabemos, no despreciaba a nadie. A veces, sin quererlo, en nuestra clase, no podemos atender a quienes no quieren o no pueden aprender, marginándoles igual que el sistema. El aprendizaje cooperativo integra a todos como iguales. No discrimina a unos y premia a los mejor preparados. Por tanto, es absolutamente acorde con Jesús y el Evangelio.
2.- Promueve el encuentro entre personas
Jesús, nos enseñó a escuchar, a acercarnos a todos al débil, al fuerte, al necesitado. El sistema de enseñanza basado en mirar hacia una pizarra, atender al profesor y completar ejercicios no hace que los chicos se encuentren, mientras que el aprendizaje cooperativo si.
3.- Elimina la competencia
Propone la paz y la armonía, ya que los grupos deben buscar formas se resolver los conflictos de una manera pacífica y con diálogo. Desarrollando el respeto y el diálogo hacia los demás
Hay un curso auto-dirigido de la consejería con el que yo empecé, muy válido y da las herramientas básicas para trabajar.